Kínder, el renacimiento de Kaputt en Bogotá

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Kínder, el renacimiento de Kaputt en Bogotá

En una ciudad que nunca duerme, pero que a menudo carece de espacios que combinen arte, música y comunidad, surge este espacio que ocupará más de 4.000 metros cuadrados y será un centro cultural.

No es solo un nuevo lugar para bailar; es una apuesta audaz por reinventar la noche bogotana. Con una inversión que supera los 6.000 millones de pesos, Kínder promete ser un espacio donde la cultura y la fiesta coexistan bajo un mismo techo, y será el nuevo Kaputt, un club de electrónica que se caracterizó por su ambiente libre y sus noches temáticas intensas.

El lugar elegido para este proyecto no es casual: el antiguo colegio Nuestra Señora de Chiquinquirá en Chapinero. Donde antes resonaban las voces de estudiantes, pronto se escucharán los beats de la música electrónica, el indie y otros ritmos que definirán la propuesta musical de Kínder.

El diseño del espacio incluye cinco pisos, cada uno con una propuesta distinta. Desde un auditorio para conciertos con capacidad para 1.500 personas, hasta una galería multimedia donde el arte y la música se fusionan. Kínder, más que un club, busca ser un centro cultural.

Kínder no es un proyecto que nace de la nada. Es la continuación de un legado que comenzó con Kaputt Klub y Ghetto Bar, ambos parte de The Ghetto Project. Kaputt cerró sus puertas en 2023 debido a las obras del Metro, ya que su ubicación en la 72 con Caracas se traslapaba con el trazado de la primera línea del metro. Durante sus cuatro años de operación, se convirtió en un referente de la noche en Bogotá, atrayendo a más de 33.000 personas por mes cada año y generando empleo para cientos de jóvenes.

Lo que le pasó a Kaputt, sin embargo,no es un fenómeno nuevo. En 2021, Armando Records, uno de los templos de la música electrónica en la capital, cerró sus puertas tras 13 años de ser un ícono de la fiesta. Su desaparición no fue casual: dio paso a Proscenio, un ambicioso proyecto de renovación urbana del Distrito en la carrera 85.Pero Armando no fue el único. Un año antes, en 2020, Baum, otro club ubicado en la calle 33 con carrera sexta, también bajó el telón. Tras siete años de funcionamiento, su cierre estuvo ligado, en parte, a los proyectos inmobiliarios que comenzaron a surgir en la zona.

Por lo anterior, el renacimiento de Kaputt como Kínder, una propuesta cultural ambiciosa, trae buenas noticias a la capital y reabre la pregunta sobre si los lugares de fiesta y entretenimiento nocturno deben cerrar a las 3 de la mañana, y que promete ser, como Theatron, un espacio de entretenimiento nocturno experiencial de la ciudad.

Uno de los espacios más innovadores de Kínder será Cráter, una sala que funcionará como galería multimedia durante la semana y como pista de baile los fines de semana. Aquí, los asistentes podrán bailar bajo proyecciones de películas, obras de arte y performances en vivo.

Pero la propuesta de Kínder no se limita a la música. El equipo detrás del proyecto planea albergar obras de teatro, exposiciones de moda y eventos culturales que difícilmente encontrarían cabida en otros lugares.

Más allá de su propuesta cultural, Kínder tendrá un impacto tangible en la ciudad. Con un aforo estimado de 4.500 personas, el megaclub generará alrededor de 350 empleos directos, muchos de ellos para jóvenes en busca de su primera experiencia laboral. Esto es particularmente relevante en un país donde la economía nocturna aporta casi el 9% del PIB nacional, según datos de Asobares.

Combinar cultura y entretenimiento. Esa es la propuesta de Kínder cuya apertura está programada para finales de julio. Será un espacio de baile y de refugio para quienes buscan conexión, arte y libertad en Bogotá, una ciudad en movimiento.

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